Entradas

Mostrando entradas de octubre, 2011

El ocaso de los dioses

Mientras el gran Febos se acuesta la negra túnica cubre el mar celeste y los héroes observan desde el cielo. El dios náutico regala una brisa refrescante aliviando las calientes noches del puerto y las hileras de luces, luciérnagas eléctricas, crean nuevas constelaciones en la tierra. Los desterrados del reino de Oniros vagan por el hermoso paisaje; rio y tierra unidos; Selene refulge de emoción mientras observa como la noche se apodera de la perla. El Santa Ana con la alfombra luminosa guía a los bohemios y trasnochados a las diversas capillas de Baco para divertirse u olvidar con el blondo narcótico. El gran ciclope observa todo desde lo alto; la cima del Santa Ana que, como Titán, es el Prometeo de esta ciudad pues la formó, le dio el fuego, la muerte y el renacimiento.

La palabra Prohibida

No puede entender esta turbacion impostada; mi agitación al mirarte, mis nervios al acercarme; al aspirar el verde bouquet de tu cuerpo. Ningún licor es capaz de liberar mi voz y confesarte este sufrimiento apetecible, la incógnita de saber qué puebla tu mente; si me abrirás tus brazos o condenarás mi utopía cuando trate de decir la palabra prohibida. No existen sustantivos, verbos, adjetivos, no se han creado palabras que describan aquella belleza que posees y das al mundo en tu hermoso idioma lirico, musical. Tu carácter de un matiz delicado y suave tu mirada acogedora; cálida y candorosa; y tu voz armoniosa como de ruiseñor que causa un dulce embeleso. Difícil describirte, si tu imagen en mi recuerdo no deja que llegue el descanso a mi cuerpo, que mi alma se agite y el corazón lata al compas de las hermosas vibraciones de tu vida. Cómo describir la belleza de tu azabache crin, si Afrodita con toda su olímpica belleza palidece ante la serena belleza de tu cabello. Imposible comparar

Panorámica mental

Como en un infierno gélido y obscuro las alas sin plumas se baten siseantes y en los ojos el color de la furia profundo destella. La fiebre de las delicias florales jardines en el que los virtuosos dimiten; perversión, lascivia, una mirada vacía; el ardor de aquello que le es arrebatado y eso reptando en el caos de la mente Informe y viscoso, hecho de substancia atemporal desde hace eónes lo devora todo. La idea se cubre de locura en éxtasis el cuerpo abatido se convulsiona, la extremidad metálica de bate. Blando, informe, caliente: la masa y el color rojo llenan los ojos y las manos.