Necropolis

Quién soy; nadie... Nada;
pues las dulces alas negras
me elevan de estas tierras
y su trémula existencia.

Acaso soy letras de oropel
o soy los versos olvidados;
acaso crónicas antiguas
que es sienten tan frescas.

Al final solo soy una fría lápida
mirando el hogar desaparecido
y al férrico mueble siempre vacio
o al poeta joven que escribe
y llora desconsoladamente
pues su fatun es reflejarse en mi
y él como yo; es nadie… Nada.

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