La Tercera Vía
Es interesante como una decisión judicial puede encender los más acalorados debates en una plataforma de por si dicotómica. Y es que el presidente de la Corte Nacional de Justicia del Ecuador, Iván Saquicela, firma un pedido de extradición para traer al expresidente Rafael Correa. Independiente mente de si uno es corrupto y le otro no, si es o no legalmente viable, lo que se observa es una división intesta entre la gente ama y odia a RC.
Definitivamente
el panorama político es altamente complicado en el Ecuador, ya que definitivamente
el giro a la derecha no ha podido erradicar los males que todo el mundo anticorreista
le atribuye a la “década perdida”. Para otros que consideran que debemos volver
a la “década ganada”, solo la llegada del mesías hará que vuelvan los beneficios
que recibían; y no estoy hablando de los corruptos, sino de la gente de clase media
y baja del país. Pero ¿solo existen estas dos soluciones? O existirá una tercera
vía que pueda sacar adelante a este pequeño país enclavada en la mitad del
mundo y bañado por el Pacífico.
En definitiva,
lo que hace falta para poner al país por buen camino tomará tiempo y un cambio
de mente, pues lo primero que hay que entender es que todos, desde los
empresarios millonarios, pasando por los sindicalistas anacrónicos, hasta los
mas pobres debe hacer sacrifico. Otro elemento necesario para este cambio, que
va de la mano con el primero es un cambio de mentalidad, es decir olvidarse de
tratar de ser el más sabido de todos, de seguir las normas y de perder el
miedo a denunciar la corrupción.
Este cambio
de mentalidad es necesario para poder entender que lo más importante no es el individuo,
sino la comunidad, que hay cosas más valiosas que el dinero, como la palabra o la
vida. Debe haber un cambio educativo completo, que no solo incluya a la educación
pública y privada, sino también que los padres traten de cambiar los valores
que le enseñan a sus hijes, pero no con las típicas palabras, sino con acciones
del día a día. Entender que lo mejor para nosotros es que los demás estén bien,
que nosotros también debemos hacer nuestra parte, tengamos millones o unos
pocos centavos en el bolsillo.
Luego de este
cambio de mente viene el sacrificio, pues todas las personas sean ricas o pobres,
conservadores o liberales, de izquierda o derecha, deben ceder un poco para
llegar a acuerdos. En nuestra política dicotómica se castiga a aquel que busca
acuerdos, llegar a un ponto medio, pues se busca o someter al otro o bloquear sus
ideas, sin rescatar lo mejor de ellas. La política debe ser usada para el bien común,
esto es para el bien del pueblo y esto solo se logra llegando a acuerdos que
siempre beneficien a la mayoría, concediendo cierta parte, es decir haciendo concesiones
y sacrificios.
Es necesario
un cambio de forma de pensar en el pueblo ecuatoriano, pensar en la comunidad,
desterrar la idea de corrupción, enseñar valores con el ejemplo y entender que la
única forma de crear un cambio es comenzar por nosotros, dejando de adorar “ídolos
de barro” y comprometernos a ser cada vez mejores y velar por el prójimo también.
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